Quiero que tu vida me recuerde
cuando sonría.
Yo aún tengo ese amor en todas las ventanas
para que no se filtre el miedo
y abra la herida
que nunca quise cerrada.
Porque siempre duele esta soledad calmada.
-Me hierve la lengua de tanto silencio,
de tanto nada.-
Me miro,
y hay cierta luz que reconozco mirándome desde el espejo;
brillan las estrellas de tu voz en mis febriles arañazos
brilla la sombra de mis sueños en mis sutiles manos:
en la lejanía creamos nuestro propio universo.
Comentarios
Publicar un comentario