Otro milagro de la Pimavera

Un tiempo inmóvil e hiriente;

la crueldad de la lágrima pequeña y del silencio inmenso.

Dolorosa quietud.


En la campana silenciosa

los cantos mudos son respuesta.

La inevitable finitud.


La vida, 

como Machado,

espera otro milagro de la Primavera.


-Pero esta vez con acritud-. 

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