El corazón es un ovillo;
ni siquiera abre los ojos.
Medio latido me ha dicho que es el sentimiento roto;
la lejanía fría,
el poema cojo.
El corazón no miente;
siempre supo que la llama
era la simiente de la ceniza.
No debería haber apostado todo al rojo.
El corazón no miente... da paso a poemas muy sentidos. Un saludo
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus lecturas siempre, y tu comentario. Abrazo!
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