Y todo eran océanos

Han derrotado la esperanza.

Lentamente,
el mundo se descompone
en un segundo inconcebible.

El tiempo es agrio.

Lo observo alejada de la luz,
y atesoro el secreto contra mi pecho:
ya no hay espacio en las venas
para más palabras.

Abrazada al aullido de la noche,
me siento a contemplar los océanos
que pueblan la casa.


Comentarios

  1. Una composición para la meditación, aunque espero que "la esperanza" siga viva. Saludos

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    1. Muchas gracias una vez más por tu lectura. Afortunadamente, siempre queda un remanente pequeñito de esperanza. :) Espero que todo esté bien! Un saludo!

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