¿Y si con dormir se fuera todo?
Amaneceres siniestros,
si se fueran lejos,
lejos...
Si las llaves fueran mentira
y las cerraduras de acero podrido
llegaría a besarte la herida
-la que sé, la mía-
No hay instante azul;
está abierta la herida
y sigue sangrando aunque no haya luz.
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