muerte a las tres -aniversario final-

creo que no puedo llorar

te llevaste mis ojos emocionales
todos los secretos de mi carne
el último verso que jamás fui capaz
de terminar

durante este tiempo
he acariciado el vacío
me he roto los dedos entre temblores naranjas
y no he logrado olvidar tu nombre

nunca te dije que fui a ver tu sombra
pero quedé asentada en la distancia rota;
en una caricia
fría
árida
huérfana
muda
destrozada
-no pude encontrarte-

hoy
que celebro el año de silencio de la piel
siento lluvia, respiro noche,
y regalo los huesos al desborde amargo
de tristeza

es la fría humedad de la memoria
y su abrazo cruel
gritando heladas soledades aquí dentro

y ahora que el jardín luce tapiado y muerto,
me acaricia la cabeza
la pequeña mano del recuerdo

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