Serán seis candados
encerrando un sueño,
pero no se puede aislar de los días
el verso ardiente que sabe nuestros nombres
y los sostiene.
Se rompe la vida
y se ha de armar de nuevo
cada mañana
para sonreír a un tiempo
que ya no sabe lo que es querer.
-no lo he olvidado;
es sólo que ahora vivo al revés-
Para qué se hicieron los caminos
si no podemos andarlos
con los pies desnudos;
que se agrieta la piel
en pleno vuelo
intentado llegar muy lejos
sin salir de dentro.
Tus manos están calladas;
en las mías,
la canción sigue sonando
a pesar del silencio.
¿Recuerdas todavía cómo sabe un beso escrito?
En nuestros ojos, a maldita creencia
y a muerte vestida de destino.
¿Recuerdas todavía cómo sabe un beso escrito?
ResponderEliminarEn nuestros ojos, a maldita creencia
y a muerte vestida de destino.
¡me encantó tu poema trasmite mucho ¡
Me siento fatal por no haber visto los comentarios.... mi perdones!
EliminarEl lirismo se aprecia del primer al último verso de tu composición.- Enhorabuena.- Abrazos
ResponderEliminarY te digo lo mismo..... mil perdones por no haber visto esto antes..... Abrazo.
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