He dormido
sin
demasiada paz
y
ahogando los sueños en agua de recuerdo.
Las
esquinas
se
han desdibujado
y
ahora es todo una línea recta que no tiene que escondernos.
A
raíz de los silencios
he
aprendido a tener sueños planos
que
no atienden a deseos;
y
sólo soy
un
pedazo más de muerte al viento
que
no encuentra el regreso.
La
vida nunca ha sabido lo que siento
y
en mi fondo,
todavía
soy capaz de imaginar
el
mar desde San Pedro.
Comentarios
Publicar un comentario