he resbalado
en mis propias emociones
y las pisadas han quedado marcadas
en la nieve
en la nieve
callo la vida
gritar ya no me entretiene
y acuso a la pereza de vivir
a las ganas reposando en la mesa del cuarto
a la voracidad ausente
al temblor en las manos
arropada en secreto
por un silencio extremo
oscurece el entorno
se cierran las ventanas
y ese fulgor que brilla
alojado en tu vientre
lo sé
las ilusiones mienten cada día
y tú sigues dormido, dormido...
y yo no sé cómo recogerme
en tu mirada aturdida
besos al aire agotando los espacios
que nos quedan
aquí
la paz
es fría
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