El tiempo miente


Sólo fue un pedazo de verdad
tan pequeño,
que ya ni lo recuerdas.

Se aprende demasiado tarde
que el tiempo siempre acaba por mentir
en algún momento.
Tenía que ser un arco iris,
un campo de girasoles,
qué sé yo,
un anhelo (in)satisfecho.

Pero fue un grito.
Un ahorcar lo que quedaba de ti
con una soga de palabras.

Frente a tus ojos,
el último adiós
escrito en la pared
todavía intenta renacer
sin saber que ya se ha ido.

Y las flores coronando
la tumba abierta
de todo este sinsentido.

Respira.

Tarde o temprano,
la lluvia de estrellas 
acabará por llegar.
Y al final, de un modo u otro,
arderá la vida.

Comentarios