En las palabras


Camino despacio
dejando atrás un tiempo
que ha dejado cicatrices en todos mis bolsillos.
Se dibuja en mi frente la arruga de los años;
aún estoy aprendiendo a vivir
con la seguridad en las espaldas.
Hay un remanso de paz que se acomoda en mis entrañas
cuando oculto la mirada a los desconocidos.
Cada uno de mis pasos rotos
es una victoria en la batalla
de avanzar sin miedo a la derrota.
El codicioso drama nunca se detiene,
y aunque el miedo me viste los silencios,
la fuerza la tengo en las palabras.

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