Estoy dentro
mirándome los pies
a través del tiempo.
Y no hay espacio.
Yo misma soy la piedra en mi zapato;
en una mano llevo el mal, en la otra el bien,
y voy luchando contra mis propios pasos.
Anclada en un invierno de tres años,
trato de vivir como si siempre fuera
el último verano.
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