Llueve.
Cae un diluvio salvaje que atraviesa
las paredes, las infinitas esperas,
los techos, los miedos, la piel reseca.
Llueve.
Y el sol amenaza sin remedio
con romper las piernas de un destino
que se dibuja en todas las canciones
siempre faltas de tiempo.
Oscurece...
la ilusión se oscurece por momentos,
se rasga algo por dentro
y no hay versos para unir esos pedazos
y armarlos de nuevo.
Qué silencio...
la lluvia trae un silencio frío
que hiere el alma triste que se esconde
bajo mantas de cuadros que se rompen.
Hace un viento sombrío...
viene del Norte.
Cae un diluvio salvaje que atraviesa
las paredes, las infinitas esperas,
los techos, los miedos, la piel reseca.
Llueve.
Y el sol amenaza sin remedio
con romper las piernas de un destino
que se dibuja en todas las canciones
siempre faltas de tiempo.
Oscurece...
la ilusión se oscurece por momentos,
se rasga algo por dentro
y no hay versos para unir esos pedazos
y armarlos de nuevo.
Qué silencio...
la lluvia trae un silencio frío
que hiere el alma triste que se esconde
bajo mantas de cuadros que se rompen.
Hace un viento sombrío...
viene del Norte.
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