Autoretrato


He decidido atrincherarme
detrás de las palabras que disfrazan
los pinchazos del alma.
Las que cuentan lo que pasa
aquí dentro,
en este saco de emociones
maquillando siempre las ventanas.
La vida es esta,
la que ahora pasa,
y yo me siento bien en esta casa.
Entre estas paredes de un blanco tan oscuro
que distorsionan a placer la realidad.
Y me da igual si el mundo
se empeña en explicarme
que hay cosas que están bien
y que están mal.
Yo sólo distingo las que me hacen mejor,
las que simplemente no me hacen,
y las que directamente no.
Y entre éstas,
sigue avanzando una vida tan perdida,
tan diferente a lo que viene siendo
el arte de vivir de cada día,
que más que especial creo que soy in-diferente.
Y ya me es suficiente.
Que si por mis venas corren
palabras mezcladas con mi sangre, 
a nadie ha de importarle.
Porque el día que caiga 
el cielo sobre mí,
o me derrumbe yo a los pies del cielo,
caerán chorros de tinta que dirán
que caí sintiendo,
que viví queriendo,
quizás huyendo de todo,
sí, tal vez,
pero feliz.

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