Y encima ahora se pone a llover


Silencio...
Todo aquí es silencio.
La ciudad se mueve deprisa,
pero a mí los minutos me son lentos
de tanto beber este silencio. 
Silencio...
Algo me duele por dentro.
El vacío. 
El eco de tu voz que aún resuena
desde la noche pasada.   
Camino por la calle sin aliento,
busco hospitales,
en todas las estaciones,
en todos los rincones y momentos.
No te encuentro.
Estás. Estás en algún sitio de este mundo,
quizás mirando el mismo cielo,
quizás buscándome en los bares,
en alguna biblioteca, en los parques.
Quizás abandonando el intento
de levantar el teléfono y llamarme.
Silencio...
Y estoy.
Estoy...
y tiembla entre mis manos el recuerdo
de tu voz...
tu voz,
de mi lamento.

Estás.
Estoy.
Buscando y sin buscar.
Hablando y sin hablar.
Queriendo,
queriendo sin querer.

Silencio...
Aquí todo es silencio.
Y encima ahora se pone a llover.

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