Y otro día

Ebria y delirante,
sostengo en las manos la herida
palpitante
de la mañana.

El silencio se rige por la nada
estupefacta
que rodea el cuerpo.
Dentro
vive un corazón presente
atrapado en el miedo de decir palabra.
Y las horas ausentes,
y dónde esa luz de la mirada...

-relegada a un temblor
miedoso,
lapidoso,
agitando las sienes-

La espera agrieta
el eje de niebla que me sostiene;
quebrada la frente,
la vida se aquieta
gloriosa.

Y otra vez,
queriendo sin querer,
abriré los ojos para verte
pero ay, que las nubes difuminan las sombras,
y cuando despierte,
habrá pasado otro día
de urgencia
penumbrosa.

Comentarios

  1. Es una belleza, siento de el; El relato de un sueño de una visión fugaz y tristemente bella. La necesidad de que el tiempo pase, pero de apoco, nuevamente cito, "La vida se aquieta gloriosa" Que el tiempo pase, pero a su ritmo. Es demasiado valioso, como para desear que transcurra velozmente.

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    1. Muchas gracias por tu lectura y tomarte este tiempo para ir más allá. :) Un saludo!

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