De los ojos el último aliento,
espacio verde esmeralda,
sensibilidad al viento,
hay noches de tumultos en el alma,
corazón dormido
que en el sueño atrapa lo no conocido.
Espejismos vacuos:
todos los versos se encaraman
a la tristeza pálida
que asoma en el barro.
-magnánimo descalabro
de los pies anclados a la vida-
y va vencida de palabras,
manteniendo clavada la espada tirana
en la piel deshabitada y dolorida.
Alguien hablaba
de una cercanía abisal que retumbaba,
pero era miedo,
cada vez más distancia y menos cielo
y ahora...
callada.
Magnificencia de las sombra,
mueca rota en la boca,
un beso grácil...
y cae de ambas manos,
con un sonido atronador a verso,
una pequeña
esperanza
frágil.
Fragilidad que hay que combatir. Estupendos versos. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por tus lecturas siempre! Abrazo.
Eliminar