maldición

Acero frío,
el abrazo del silencio
es tu imagen dibujada en mis pupilas.

No quiero ser herida,
ni de vacío ni de amor,
no quiero ser dolor.

Qué hacer cuando la vida
huele a maldición...

Como una piedra,
un corazón atado al pecho con cadenas;
pies sin huellas
arrastrándose en el barro,
buscando la hoguera.

sabe
que nunca vi paz,
ni reconocí otro aliento 
en las venas

Mermada en el suelo,
la esperanza bohemia
se retuerce;
cae el cielo.
Párpados, llorad,
que aquí oscurece.

Comentarios