ojos acuosos,
míseras defensas
y un equilibrio que no tiene luz;
otro descenso
hay un ruido abrumador que resuena hacia adentro,
las cicatrices cantan
melodías que arrastran al recuerdo,
abren las luces del miedo
y tiembla,
tiembla hasta el silencio
yo aquí, arrodillada
te maldigo
con todo el amor que poseo;
y mientras el alma se rompe
desciendo dentro de mí misma
hasta encontrar
la noche
Comentarios
Publicar un comentario