he renovado la tristeza

he renovado la tristeza a medio verso

-leí lo que dijeron tus ojos

rendidos-

me alimenté;

tu llanto recorrió mi risa

y me vi caer, 

y te vi,

y lloré

entre temblores internos

y escombros en los ojos

de no saber ver

nada más

que dos lenguas de fuego

en un mundo de hielo

siempre sin mirar

lo sabíamos muy bien;

nos unía un larguísimo silencio

y nos movíamos con cierto balanceo

por un puente transparente que dejaba ver el cielo

más allá de los ojos

rojos

ansiosos

hambrientos

lo sabíamos bien después de arder;

éramos un asomo de herida que iba a crecer,

una luz que se iba a apagar con un soplo de vida

por el débil quebranto de un verso

-del mismo donde te leí

los labios, los huesos, la piel-

hoy he renovado la tristeza

y el llanto del amor suena a cadena

en un aire viciado de vida capital;

en todos los espejos

todo es media sonrisa y media pena

y un cuerpo herido que se dobla en sí mismo

acariciándose