Por qué?


Hace unas semanas
el frío no era tan intenso,
me dabas cobijo en algún pensamiento.
Últimamente, el aire está más seco
y se corta con los dedos.
Se escapa un aliento entrecortado
en medio del silencio.
Los suspiros se fueron
al otro lado de la pared
de hielo,
y yo vivo tan lejos,
que a veces incluso tengo miedo.
La soledad es desafiante y negra,
pero hicimos un pacto:
yo me olvidaba de ella
y ella dejaba de reírse de mí.
Jamás lo hemos cumplido...

Ahora la dulce espera se torna absurda.
Entraste por la puerta de atrás
y decidirte acomodarte.
Maldigo el recuerdo que dejaste:
si no te ibas a quedar,
por qué demonios se te ocurrió sentarte?          

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